José Eusebio Caro en las colecciones del Instituto Caro y Cuervo

Figura ineludible del siglo XIX colombiano, José Eusebio Caro (Ocaña, Norte de Santander, 1817 – Sta. Marta, Magdalena, 1853) tuvo influencia en el desarrollo de tres facetas del pensamiento: literatura, periodismo, política. Los historiadores y críticos literarios lo han entendido (o imaginado) como ‘poeta romántico’, lectura que fue predominante también en el XX. Muerto a los 35 años, en 1853 -el mismo año de Rufino Cuervo Barreto y del arzobispo Manuel José Mosquera-, su obra quedó dispersa en periódicos que él mismo fundó o redactó, como La Estrella Nacional (1836) o La Civilización (1849-1951)Hubo que esperar hasta 1857 para conocer en un solo volumen algunas de las poesías de Caro; ese año el escritor y editor José Joaquín Ortiz (1814-1892) publicó, por orden de una ley de honores de 1855, las Poesías de Caro y Vargas Tejada, que dedicó “Al Congreso de la Nueva Granada”. Luego de esta edición siguieron muchas otras en las que se le ubicó como poeta nacional. Empieza así la larga carrera de los escritos de José Eusebio Caro, no solo en publicaciones seriadas -en las que era muy usual encontrar publicada alguna de sus poesías-, sino en antologías tanto en el siglo XIX como en el XX, durante el cual estudiosos y críticos como Marco Fidel Suárez (1855-1927), Antonio Gómez Restrepo (1869-1947), Rafael Maya (1897-1980), Simón Aljure Chalela (1924-1987) o Carlos Valderrama Andrade (1927-2019) interpretaron y editaron sus textos.

A propósito del mes de los padres, durante seis sábados (del 20 de junio al 25 de julio de 2020), el área de Gestión de Museos compartió en las redes del Instituto Caro y Cuervo contenidos virtuales que exploran la figura de José Eusebio Caro a partir de objetos que se conservan en la institución y que permiten entender un poco más la figura de José Eusebio Caro, pues su vida y obra estuvieron marcadas por la temprana muerte de su padre, Antonio José Caro Fernández (1783-1830), ciego y empobrecido, en 1830, época de históricos acontecimientos políticos. La figura del padre ausente fue motivo de varias de las elegías de José Eusebio Caro, tanto que en 1857 José Joaquín Ortiz las agrupó bajo el título de “El huérfano”. Caro escribió en el poema antes mencionado: “¡Oh! ya no volverán nunca a abrazarme / ¡Oh padre mío! de mi infancia amigo, / Nunca ya volverás a consolarme, / Nunca a llorar ya volverás conmigo”.

Justamente es hacia la tercera década del XIX cuando el romanticismo europeo enardecía a la juventud y los intelectuales colombianos no fueron la excepción. Así, José Eusebio Caro participó activamente escribiendo en prensa no solo poesías, sino también artículos en los que planteó encendidas polémicas y controversias políticas y morales. En sus primeros escritos se empieza a armar el rompecabezas de la vida democrática, con sus alternancias entre ideas liberales y conservadoras, que ya hace parte del imaginario de los primeros escritores de la república. En la década de 1840 José Eusebio Caro se destacó por debatir las ideas políticas más candentes de su momento, como la influencia del pensamiento utilitarista de Jeremías Bentham, y por ser el poeta-ideólogo y fundador del primer proyecto de Partido Conservador. Se casó en 1843 con Blasina Tobar Pinzón (1821-1911) y su primer hijo, Miguel Antonio José Zoilo Cayetano Andrés Avelino de las Mercedes Caro Tobar (1843-1909), contribuyó a imponer, a finales del XIX, la ideología conservadora y católica de su padre y, en general, de su familia. En cuanto a José Eusebio Caro poeta hay que destacar que fue una de las principales facetas que, en estudios posteriores, su hijo se encargó de destacar, sobre todo indagando en los trabajos sobre métrica y rima -en sus composiciones José Eusebio Caro empleó principalmente el verso de nueve sílabas, conocido como eneasílabo).

Durante el siglo XIX en Colombia el periodismo empezó a ser el vehículo para debatir los ideales democráticos como la libertad de expresión o la formación de los partidos políticos. En el Instituto Caro y Cuervo se conserva un recibo de compra de 1848 de una suscripción de El Neo-Granadino (1848-1857) -periódico liberal dirigido por Manuel Ancízar (1812-1882)- por parte de José Eusebio Caro (conservador católico, redactor de La Civilización), el cual evidencia las complejas relaciones entre la generación del primer romanticismo bipartidista del siglo XIX, cuyos líderes e ideólogos se leían entre sí pero también se contradecían y defendían diferentes ideales.

Muchos de los llamados “escritos filosóficos” de José Eusebio Caro no quedaron acabados ni aún publicados. Uno de sus textos más interesantes y poco estudiados fue publicado por el ICC en el año 2002: Mecánica social o Teoría del movimiento humano, considerado en su naturaleza, en sus efectos y en sus causas. En la introducción a dicho texto se lee: “Caro, por tradición familiar, participó de las convicciones del cristianismo; por formación académica, bebió tanto del sensualismo como del utilitarismo; por vocación filosófica, trabó relaciones con el positivismo; y, por militancia política, se afincó en el tradicionalismo” (Pág. 35).

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