Un paseo por el centro de Bogotá

En esta temporada muchas personas están en vacaciones y un buen plan es visitar los sitios emblemáticos de la capital; el Pasaje Rivas, el Teatro Colón, la Catedral Primada de Bogotá, el Museo del Oro, el Museo Nacional, la Quinta de Bolívar, el Museo de la Independencia Casa del Florero o la Casa de la Moneda. En este selecto grupo no puede faltar la casa Cuervo, construida  en 1793. Esta fue la casa natal de Rufino José Cuervo Urisarri, un lugar de arquitectura colonial donde hoy funciona una de las sedes del Instituto Caro y Cuervo (ICC), la Biblioteca Rivas Sacconi y cuatro salas para exposiciones temporales.

Casa Cuervo Urisarri

Amplia y muy cómoda para su tiempo, la ahora casa  tiene las características generales de la arquitectura colonial: puerta central claveteada, ancho zaguán cubierto de grandes losas, jardín empedrado y cerrado por el frente con arquería y balcones que miran a la calle, cubiertos por un tejadillo de barro. Construida en el siglo XVIII, en la zona que acogía a las familias del poder político e intelectual, esta casa es hoy parte del centro histórico de Bogotá. Su primera dirección fue carrera Bolivia con calle 3 n.° 52, y luego calle de La Esperanza No. 4 en el barrio de La Catedral. Hoy su nomenclatura urbana es calle 10 # 4 – 69, en el barrio La Candelaria.

Los abuelos maternos de Rufino José Cuervo Urisarri fueron los primeros habitantes de este inmueble. Después de la familia Urisarri Tordesillas la casa tuvo otros dos propietarios, hasta que en 1837 fue comprada por Rufino Cuervo Barreto a petición de su esposa María Francisca Urisarri. En 1868 en la casa comenzó a funcionar una cervecería que Ángel Augusto Cuervo Urisarri fundó junto con su hermano, quien por esa época se presentaba así: “Soy Rufino José Cuervo, cervecero y filólogo, antes que nada lo primero”. Gracias a las ganancias que les dejó la venta de cerveza, los dos hermanos pudieron instalarse definitivamente en París en 1882, ciudad donde Rufino José vivió hasta su muerte dedicado al trabajo filológico.

Al morir el último de los hermanos Cuervo Urisarri en 1937, la casa pasó a manos del departamento de Cundinamarca, que la convirtió en un hospicio para enfermas mentales. Años después fue abandonada y así permaneció hasta que en 1970 el entonces gobernador de Cundinamarca Joaquín Piñeros Corpas estableció la casa como sede del Instituto Caro y Cuervo, que la restauró entre 1970 y 1974. En 1974 el presidente Misael Pastrana le dio el carácter de casa museo literario y el 22 de julio de ese mismo año fue declarada patrimonio arquitectónico y cultural. En la actualidad, el ICC la sigue ocupando como su sede administrativa y casa museo con cuatro salas de exhibición, además la ha convertido en un espacio académico dedicado a la investigación y a la docencia.

Visitar la casa de la familia Cuervo Urisarri permite rememorar a sus antiguos habitantes, imaginar las dinámicas de uso que ha tenido la casa a lo largo de su historia, recorrer las exposiciones temporales y participar de diversas actividades culturales y pedagógicas. 

Horarios de las salas de exposición Casa Cuervo Urisarri
Lunes, martes, miércoles, jueves y viernes    
De 9:00 a. m. a 5:00 p. m.

Sábado, domingo y festivos
Cerrado

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